La Esperanza De Un Fin-Capítulo 1-Volumen 1

Sinopsis: En un futuro, donde el mundo fue empujado a una guerra por criaturas llamadas “Dormidos”, los sobrevivientes que se asentaron en lo que antes era Europa y Asia. Tienen que sobrevivir con la protección de unas instalaciones llamadas “Torres De Babel”, que se transformaran en la esperanza y en el temor de la gente.
 En un mundo que intenta recuperarse y convertirse en algo parecido a una Utopía, el protagonista de esta historia Marco, se dará cuenta que la realidad de su entorno es más como un Océano. Cada vez se hará más profunda y oscura.

 Prologo


 Enero 13, 2:00 A.M, Ciudad de Stella. Año 2193 D.C


-“Ciudad de Stella, se prohíbe la entrada al Sector 7”.

 Las indeseables noches de invierno que traía enero consigo, hacían que la nieve, tiñera de un color blancuzco las calles, el cielo como su contraparte se teñía un de color negro, y era acompañado por unas incoloras nubes. Debido a esto, las noches se tornaban tranquilas y silenciosas.

 Sin embargo hoy un escandaloso megáfono interrumpe con toda tranquilidad, que pudo haber brindado está noche. Resuena con tal fuerza que se hace casi imposible no oírlo en cada hogar.

-“Ciudad de Stella, se prohíbe la entrada al Sector 7”.

 Un grupo de camiones negros acompaña el estruendo de estos megáfonos, se desplazan con gran velocidad, como una manada de animales persiguiendo su presa. Sus ruedas se patinan con el fino hielo de las calles, sin embargo eso no hace que su marcha aminore. El camión que encaminaba a todos los demás como si fuera un líder, tenía tallada en letras blancas las iniciales D.P.I.

-¡Es él!-Pronunciaban las radios de los camiones. ¡Es él, ha aparecido!, es el Dormido hecho de hielo.

-¡Es la segunda vez este año!-Dijo uno de los conductores, apretando el volante con fuerza.- Si contamos las del año pasado, ya van seis veces…, Nunca lo hizo tan seguido; ¿Qué puede motivar tal cambio de actitud?

-Vaya a saber.-Decía el acompañante, con una voz que pese a que intentase sonar seria, hacía obvio el pavor que este tenía.- Simplemente apresurémonos, no es necesario ser muy listo, para darse cuenta de cómo están las cosas en allí…

 Aquellos camiones negros, tardaron solo unos minutos en llegar al Sector 7, todos frenaron de tal forma, que el hielo de las calles salió disparado en fragmentos, como si fueran los perdigones de una granada. Las puertas traseras de los camiones, se abrieron, y soldados con un nivel de blindaje y armamento que hacían aumentar su volumen, salieron rápidamente, listos para someter y aniquilar cualquier cosa que representase una amenaza…, pero pese al  deseo de acudir a la tan deseada ayuda que era solicitada, todo ya había acabo. El silencio había vuelto a dominar las calles, solo que ahora el aire olía a pólvora y sangre.
 -Pero…, pero si solo habíamos recibido el aviso hace once minutos…

 El panorama, era el infierno congelado delante de ellos.



 Capítulo 1




 Ciudad de Stella, Sector 8.

 Eran aproximadamente las siete de la mañana cuando los rayos del amanecer, se alzaron por el Sector 8, la noche para su vecino había sido movida, pero en el Sector 8 de lo único que tuvieron que preocuparse fue del intenso ruido. Hoy el principal chisme del día en todo el Sector, era el incidente del Sector 7.

 Hoy el cielo estaba semi nublado, por lo que daba un efecto algo melancólico, pero esto era disipado rápidamente por los rayos del sol.

 Un joven abrigado hasta el cuello caminaba con su bolso en mano, se podía notar lo fastidiado que estaba por los desvíos puestos en la noche anterior. El camino hacia la escuela se tornaba largo y tedioso. Pero llegar tarde ya no importaba tanto, después de todo era su último año. Mientras caminaba miraba absorto una estrella que brillaba con un gran destello en el cielo.

-¡Más despacio!-Pronunciaba una voz detrás del chico.- ¡Hey, Marco!, camina más
despacio.

 Dijo una chica que ondulaba un largo mechón de pelo rojizo, por cada paso que daba.
De la misma estatura que aquel chico, ella levantaba su mirada de color marrón, sobre el cabello corto del joven, y alzaba su voz en un intento de que este se detenga.
 A lo que el otro parecía ignorarla como si fuera viento.

 El chico que poseía una piel pálida y una estatura que no debía superar el metro setenta, miro hacia atrás con unas prominentes ojeras que se acomodaban debajo de sus ojos. El color de estos mismos era marrón, a diferencia de su cabello que era negro.

-Roma-Dijo el chico con voz neutra.- ¡Perdón! no te escuche, debe ser que tu presencia es igual a la del viento. Se siente pero molesta.

  Las manos de Roma, estaban heladas y azules, por no llevar guantes puestos. Por lo que en un intento de fastidiarlo más de lo que estaba por el camino, decidió apretar la cara de Marco, haciendo que se estremeciera por el escalofrió que recorrió toda su espalda.

-Y la tuya probablemente es como la de un cadáver, brilla por su ausencia y sabes que ya está muerto.

 En este día donde predominaba el frío, Roma al ser una chica que no le gusta llevar muchos atuendos llamativos, iba desabrigada. Haciendo que su piel clara tuviera un leve rubor rojo.

-Cállate…-Dijo Marco.

-Eres débil en muchos sentidos.-Decía en un tono burlón Roma.

-Puede que tal vez sea así…, pero lo sé compensar en muchos otros sentidos.

-¿Por ejemplo?

-Honestidad e Inteligencia.

-¡Bien!, empieza a descartar los defectos hasta que solo queden los buenos.-Replico Roma, con una sonrisa.

-¡Es irónico que la persona que quiere tachar los ideales de los demás, ni siquiera conozca lo que es un ideal!-Dijo Marco con algo de furia en sus ojos.

-¡Y es más irónico aun que no hayas rechazado lo que dije, y simplemente intentes ponerme a tu mismo nivel con esa acusación!.., adiós a tu ideal de honestidad e inteligencia con eso.-Decía Roma con cara de satisfacción.

-Cállate…

 Marco quedo en silencio, ambos siguieron caminando y salteándose los desvíos, hasta llegar a la escuela.

 Hoy el número de gente que llego a la institución era escaso, la mayoría aprovecho el incidente de la noche pasada, para justificar su falta. Hoy gran parte del salón compartía información del Sector 7, mientras que la otra parte comentaba acerca de la visita “especial” que vendría hoy. Se trataba del famoso Doctor. H.Ruhmank.

 El salón de Roma y Marco, que se encontraba dispuesto en un segundo piso, tenía en una de sus paredes grandes ventanales, que iluminaban y refrescaban todo el lugar, y tenía unas mesas que parecían de madera pulida.

 Marco y Roma, se sentaron en sus respectivos lugares. Marco se sentaba en la esquina derecha del salón, adelante, y Roma en la esquina izquierda, atrás. Mientras Roma empezaba a hablar con sus amigos, Marco se sentó a ver las últimas noticias en su móvil.

 Su celular parecía solo un simple espejo trasparente, pero tocando el centro de la pantalla, su huella era analizada y su celular era encendido. El primer pantallazo que le dieron las noticias fue “El monstruo que atormenta a toda la ciudad”, “El invierno de la muerte”, “El verdadero D.P.I

 Mientras Marco buscaba algo interesante, alguien abofeteo su espalda. Si las frías manos de Roma lo estremecieron, esta bofetada lo hizo saltar de su silla, haciendo que su móvil caiga en el suelo.

-No importa cuántas veces lo haga, ¿Siempre es el mismo resultado no?-Dijo la persona causante de la bofetada, tapando su boca para no reírse tanto.-

-¡Emil!-Dijo Marco con mirada furiosa.

 Lo que a primera vista, parece ser solo alguien que pasa su tiempo molestando a los demás, en realidad es la forma sutil que tiene Emil de saludar a sus amigos. El simplemente tal vez abusa un poco de su estatura un poco mayor a la de Marco.

-Tranquilo, tranquilo. El hecho no mucha gente reaccione como tú, lo hace algo irresistible.

-¿Se supone que eso es una excusa para justificar los hechos?

-Al menos se te quito lo pálido.

 En estas épocas del año, la palidez de Marco lo hacía resaltar.

-“Al menos”, evita hacerlo seguido. Sería una lástima que le diga a Roma que haces este tipo de cosas.

-¡Hey!-Dijo Emil, intentando cambiar el tema.- No se suponía que hoy llegaría uno de esos famosos doctores.

-Supuse que harías eso…

-Como era..., Roman, Riman…

-¡Ruhmank!-Pronuncia una voz áspera en la puerta del salón.

 Al instante los profesores que ignoraban todo ruido, se levantaron automáticamente de sus sillas y se posicionaron en la esquina del salón al lado de la puerta.

 Todos levantaron la mirada a tal grito.

 Ese hombre que entraba al salón con piernas temblorosas, que llevaba en su mano derecha una bata sucia, y mostraba una barba mal afeitada, era el Doctor H. Ruhmank. Se notaba el cansancio a primera vista.

 Pero lo más sobresaliente se encontraba en el bolsillo de su pantalón donde sobresalía un guante de látex blanco, estaba lleno de manchas rojas. Los profesores en la esquina del salón, no tardaron en darse cuenta de que se trataban esas manchas, y dieron obvias señales al doctor, haciendo que todos se den cuenta. Ruhmank lo guardo con fastidio en su bolsillo.

-Como si no hubieran visto cosas peores…, Bueno supongo que no hace falta presentarse…, Pero para los que todavía no saben quién soy como ciertos chicos.-Sus ojos se desviaron hacía Emil.- Me presento. Soy el Doctor H.Ruhmank.

 Ruhmank es un hombre bastante conocido, y al mismo tiempo no. La gente que sepa algo más de él aparte de su oficio, se puede contar con los dedos de una sola mano. Pese a su apariencia es un hombre relativamente joven.

 Era el hombre más alto dentro del salón, se notaba que apenas salía de su oficina, su piel estaba pálida de no haber recibido luz en largo tiempo, miraba a todos desde arriba, con sus ojos claros, probablemente de tantas cirugías hechas en los mimos por el poco cuidado. El color de su cabello no se podía saber con certeza, ya que estaba semimente calvo, por las medidas sanitarias, implementadas en los laboratorios.

-Hoy como ya les habrán dicho, vengo a ofrecerles una charla…, la forma correcta de decirlo sería obligarlos a escuchar la charla, no es como si tuvieran opción. ¡Bien!, empecemos.

-Este es su último año en la escuela, durante gran parte del año, les han estado bombardeando de oficios para elegir, tanto aquí como en sus casas. Muchos ya habrán elegido, pero probablemente muchos todavía no pueden decidirse, suponiendo que solo les queda la mitad del año para elegir…, yo vengo a ofrecerles una propuesta…, “Interésate” de trabajo.

Algunos alumnos se volteaban a verse a sí mismos, aparte de no entender que es lo que quería decir el doctor, sentían pesada su presencia.
 Los que se encontraban en las primeras filas del salón, sentían un olor raro, salir de esa bata sucia. Principalmente Marco, se le hacía familiar ese olor.

 -Bueno, primero voy a empezar explicando lo que todos ya saben, lo que ya les vienen repitiendo siempre, pero nunca está de más un pequeño repaso. Como muchos saben, hace tan solo menos de 75 años, en el año 2118, un “Agujero Negro” entre comillas, se abrió exactamente entre la mitad de la órbita de la luna y la tierra. Este agujero es esa hermosa estrella, que siempre se puede ver en el cielo.
¿Alguien podría decir cómo actúa un agujero negro?-Dijo el Doctor como si estuviera lanzando una pregunta al aire.


Uno de los alumnos se atrevió a contestar.


-Un Agujero Negro, es algo que posee un campo gravitacional, capaz de absorber cualquier cosa, que orbite cerca de su paso. Incluso es capaz de absorber la luz.

-Muy bien dicho-Dijo Ruhmank.- Pero como ya muchos saben este agujero, no actúa como los demás. Este agujero solamente absorbe cierto tipo de energía, una energía que solo el “Alma” como así le llaman algunos, es capaz de poseer. Y por descarte eso es lo único que el agujero puede absorber, Almas.
 -Pero… ¿¡Qué pasa con los cuerpos cuyas almas son arrebatadas por el agujero!?

 Un chico desde el fondo del salón pronuncio “Se vuelve un Dormido.”, el doctor no pudo evitar mirar a ese chico con una pequeña sonrisa. La que pronuncio eso fue Roma.

-¡Exacto!, al parecer alguien está prestando atención. Cuando un alma abandona un cuerpo, este mismo entra en un estado parecido a un coma, no se mueve, no emite ningún ruido, incluso ni siquiera respira. Sin embargo su cuerpo emite ciertos patrones de vida, cosa que todavía no sabemos el porqué. No se los puede considerar del todo vivos ni del todo muertos.

-Se transforman…, en un “Cascaron”, como muchas sabrán luego de eso el Cascaron es tomado o poseído.-Lo que para algunos era una charla incomoda, para el doctor era cosa de todos los días. Ruhmank miro a todos de reojo, y dijo; ¿Quién se tomaría la molestia de tomar un Cascaron inservible?

 -Los Cascarones son tomados por Demonios.-Dijo alguna voz que se perdió entre las demás.

-Demonios que no solo toman el cuerpo y ya, ¿No?, si las cosas fueran así de fácil, no estarían escuchando esta charla, probablemente ni siquiera existirían. Ahora, ¿Qué sucede cuando un Demonio se hace de un cuerpo?

 -Cuando un Demonio toma un cascaron…-Pronunciaba Roma con palabras titubeantes.-Puede modificar el cascaron a su gusto… ¿No?

-No solo pueden modificar el cuerpo, también pueden modificar la estructura genética del mismo, como el peor veneno que pueda existir, ellos corrompen todo el cuerpo. Dándole al mismo poderes más allá de lo inimaginable.
 Podría decirse que ellos nos ven como títeres. No solo tiran de las cuerdas, sino que hasta incluso con las herramientas adecuadas, pueden cambiar la apariencia del títere como si nada, y volverlo a su estado original si así lo desean. Hacen que la realidad se convierta en algo teórico.

¿Pueden cambiar su imagen y poder como el Dormido que apareció ayer en el Sector 7?-Dijo algún chico, el cual el doctor no se tomo la molestia de girar a verlo.

-Claro, ¿Por qué no?-Reponía el doctor.- Dormidos tan poderosos como el de ayer, fueron los que nos empujaron a una guerra que duro tres años. El hecho es que si esa guerra duraba tan solamente un año más, podíamos darnos por extintos. En ese momento la humanidad puso en su mente que sino morían por los Dormidos, el agujero se encargaría de exterminarlos.

 Algunos alumnos giraron la cabeza hacía la ventana con eso ultimo.

 -Entonces surgió un proyecto…, o se aprovecho un proyecto que ya estaba en construcción antes de la aparición del agujero. Y surgieron las famosas “Torres de Babel”. Torres es una sutil forma de decirles, son torres, que sin embargo crecen para abajo, son instalaciones subterráneas. Extraen su energía directamente del núcleo de la tierra. El proyecto original de estas era proporcionar un nuevo tipo de energía…, hoy son la razón por la que nuestro cuerpo no está ocupado por una fiesta demonios.

 El doctor apoyo esa bata suya que llevaba en su mano, en el respaldo de la silla que se le fue ofrecida pero nunca uso. Agarro una pequeña tiza, húmeda, con su mano derecha, y se puso a dibujar en la pizarra.

 -Su funcionamiento se puede explicar de forma sencilla que ustedes ya deben saber desde su ingreso a esta institución, pensemos en campos magnéticos. Como todos saben una Carga Positiva y Carga Negativa, se atraen entre sí, pero una carga positiva más otra carga positiva se repelen, y lo mismo pasa con las negativas.
¡Fácil!, imaginemos que nosotros somos como una carga negativa, y al agujero como una carga positiva. Nos lleva hacia él.

 Las Torres convierten el territorio que hoy abarcamos en algo parecido a una carga positiva, repeliendo así los efectos del agujero, y gran parte de los Dormidos que dependen del agujero para obtener fuerza. Es la forma más sencilla de explicarlo, obviamente es la forma más banal de explicarlo, la realidad detrás de todo es otra…, cielos como odio hablar tanto.

 Mientras el doctor tomaba un poco de agua, Marco miraba a Roma. Ella siempre tiene la buena voluntad de participar en clase, sin embargo hoy se encontraba sería, mirando lo que hacía el doctor en cada momento, probablemente ya sabiendo a que se dirige toda esta charla. Marco también ya intuía las intenciones de Roma.

-Pero no nos meteremos en más temas de historia que ya habrán visto. Se aburrirán. Como ustedes saben viven en “El Continente Del Fin”, un territorio que se divide en seis países o ciudades, como mas prefieran llamarles. Ustedes actualmente viven en el país de Stella, la ciudad que actualmente cuenta con más Sectores. El gobierno, creo tres organizaciones, que regulan y brindan protección contra los Dormidos.
 
-La primera es la “D.A.T.B”, “Departamento Administrativo de las Torres de Babel.”, su nombre habla por si solo, esta organización, administra las 43 Torres de Babel, que hoy en día se encuentran en funcionamiento.
 La segunda es el “D.D.E”, “Departamento de Defensa Exterior”, su trabajo es considerado peligroso en muchos sentidos, y no es trabajo para todos. Ellos se encargan de proteger las fronteras, y de las exploraciones mas allá de las torres.

-Y por último, pero no menos importante el “D.P.I”, “Departamento de Protección Interior.”, ellos están alerta en cada momento, para protegernos de todo peligro. Todas estas organizaciones, se encargan literalmente de proteger nuestras vidas a costa de las suyas.

 Ruhmank miro a todos, y dijo con voz algo entusiasta, pero sin abandonar el tonó áspero.

-Supongo que ya sabrán a que se reduce esta conversación.-Ruhmank se toco la garganta, intentando calmarla un poco.- ¡Estamos buscando miembros!, la D.A.T.B, el D.D.E y el D.P.I, están en busca de nuevo personal, gente joven que busque algo más en la vida, gente que esté dispuesta a ver otro lado del mundo, un lado hermoso como horrible. Gente que quiera volverse “La Espada  que Enfrente a los Demonios”.

 Ruhmank dejo se volteo hacia todos, ya enfocando con la mirada en la puerta de salida.

 Bueno…, supongo que eso es todo lo que hay que decirse…, antes de irme, ¿Alguien tiene alguna pregunta respecto al tema?

 ¿La sangre en sus guantes, es de la gente que murió en el Sector 7?-Dijo Marco, haciendo caso omiso, a todo lo que estaba involucrado con el tema recién hablado.

-Probablemente.-Dijo Ruhmank, como si se tratara de una pregunta trivial.

 Esa respuesta resonó en la cabeza de Marco, y en la de unos cuantos más. El discurso que había dado, se desmoronaba con esa frase para algunos, probablemente algunos pensaban.
—Los miembros del las tres organizaciones, ni siquiera saben que ponen en sus mesas.--

 Pese a lo que había declarado Ruhmank, muchos ignoraron lo que dijo, y se quedaron con su anterior discurso. El discurso en si era cursi, y poco convencedor para Marco, sin embargo había un gran cantidad de gente que miraba con brillo en los ojos.
--¡Idiotas!—Pensaba Marco. Incluso cuando entre el grupo de la gente que se veía entusiasmada estaba Roma.

-¿Alguien más tiene algo para contribuir a la charla?

 Alguien que intentaba ser chistoso dijo; ¿¡Por qué todo con “D”!?

--¿¡Por qué tan idiota!?--Se notaba que el doctor quería decir eso en su mirada.

 Sin nada más que decir, el doctor Ruhmank termino su monologo. Solamente dijo adiós, y se marcho rápidamente por la puerta. Un guante de látex ensangrentado se le cayó al salir por la puerta. Los profesores no se lo devolvieron, simplemente lo botaron.

 Ruhmank, al pasar al lado de Marco para salir del salón, pudo hacer que este reconozca ese fuerte olor que emanaba de la bata del doctor. Era formol, El formol se usa para embalsamar cadáveres de animales, o humanos.

 Los profesores, aprovecharon la escases de personas, y usaron la excusa de; “Hoy no se podrá dar clases normalmente, por la escases de estudiantes, por ende hoy se les asignara la tarea de ayudar con la limpieza de la institución.”
--¡Eso deberían hacerlo ustedes!—Pensaban muchos.

 Marco se puso a trapear el piso, mientras que Roma y Emil, se ponían a jugar con sus trapos. Mientras el limpiaba, levanto el bote de basura para trapear debajo de él. Al apoyarlo en suelo y mirar su interior, vio algo raro.
 
 Pese a que la bolsa puesta dentro del bote, sea negra y un guante blanco sea indistinguible, este no estaba. Alguien se lo había llevado. Aunque fuera un asunto trivial, Maco se pegunto, que tipo de gustos tendría una persona, para desear llevarse a casa un guante lleno de sangre, como si fuera un suvenir.
 
 Al final todos los alumnos, terminaron saliendo más temprano de lo esperado. Aunque muchos se quejaban de haber tenido que limpiar. Marco y Roma no podían evitar decirles debiluchos.
 
 Emil se marcho corriendo rápidamente a su casa sin despedirse de Roma y Marco, mientras que ellos decidieron hacer lo mismo, e ir a su casa sin desvió. Ya estaba atardeciendo, las nubes se disipaban, y el sol se escondía detrás de algunos edificios, dejando únicamente a la luna y una estrella, como las luces más brillantes entre todas.

-Anochece rápido…-Dijo Marco.- Ese Emil nos dejo así como si nada…-Roma no respondió a eso.

 Hoy Roma tenía un andar raro, no había pronunciado palabra alguna, solo fue hasta que estaban cerca de llegar a casa, que se animo a decir algo.

-Este…, Marco…-Dijo Roma con una voz nerviosa. No paraba de apretarse los dedos.

-Sé a lo que se dirigirá esta charla, y lo que tu decisión implica…, quiero decirte que me parece una opción bastante idiota.-Dijo Marco con voz neutra.

-Supongo que me delate a mí misma… ¡Quiero unirme al D.P.I!-Decía entusiasmada.

-Me lo temía…, Entiendo el deseo, pero debes entender a que se refería Ruhmank con eso de que las tres agencias buscan personal…, significa que falta personal, personal que fue asesinado o herido de en situaciones como la del Sector 7. Es obvio. Sino para qué querrían remplazar y gastar dinero, si ya tienen gente con experiencia.

 Un camión negro del D.P.I pasó a gran velocidad, al lado de ellos, haciendo que terminen cubiertos de la nieve, que salió esparcida por todo el camino.

-Ellos no descansan nunca-Dijo Marco.- Son esclavos del trabajo, y solo sus errores son recordados por la gente. Es un trabajo donde la gente que sueña con algo diferente es defraudada. ¿De verdad quieres unirte a ese mundo?

-¡Sí!, por más que un soldado de más, o un soldado menos, no signifique nada para el D.P.I ni para nadie, quiero unirme a ese mundo. Quiero abandonar mi puesto de espectadora, y mirar por la ventana para ver que hay más allá de lo que se muestra.

 Luego de esa aclaración, Marco quedo en silencio, se quedo con la mirada pasmada en el cielo, mirando aquella estrella que nunca abandonaba su lugar pese que fuese de día como de noche. Dio un gran suspiro de fastidio, vapor salió de su boca por el frio.

-Hablaremos de eso en casa.

-De hecho hoy no estaré en casa, ¡Saldré con Emil!

“Eso explica esa forma de escapar que tuvo Emil.”-Pensó Marco.

-Hermosa hora para avisar, ¡Tonta!


-Tranquilo, tranquilo. Saldremos al centro del Sector 6. Nada lejos.

-Esta bien, no dejes que él te haga cosas raras. Emil es muy hiperactivo cuando se emociona.

-¡No digas esas cosas de él!, es tu mejor amigo.

-Como si no lo supieras, con verlo jugar algún deporte ya ves más de lo que quieres saber.

-… Tienes razón…

 Roma se desvió por otro camino, no sin antes despedirse de Marco, con una cálida sonrisa.

 Sin más que decir, Marco fue rumbo a su casa sin desvíos.

 A él no le parecía del todo extraña la elección de Roma. Ella es una chica bastante activa. Pero sabe que solo eso no te lleva a elegir una profesión así. Marco vivió gran parte de su vida solo, pero Roma vivió gran parte de la suya con sus padres, no fue hasta que estos fallecieron en un percance con un Dormido, que conoció la existencia de un primo del cual ni sus propios padres estaban enterados. Él acepto sin muchos giros a Roma en su casa. Él pensaba que a veces, vivir con alguien a quien puedas llamar familia se vuelve en algo milagroso.


“22:30 hs, Centrales del D.P.I”

 La vida de un agente del D.P.I, es agitada en muchas maneras, como la vida de cualquier persona que cargue un arma. El día estaba por terminar, era la hora del descanso de la cuarta tanda de guardias.

-Adolf, pude comprar un poco de comida…o lo que quedo.-Dijo alguien entrando en una estrecha oficina.

-¡Oh!, gracias por hacerme el favor.

 El hombre que sostenía la bandeja, esquivaba latas de distintas gaseosas en el suelo, para llegar a un escritorio, atiborrado de papeles. Solo para poder apoyar la bandeja, en el poco espacio que quedaba.

-Si nos pagaran por ensuciar…

 Adolf se encontraba viendo un video en su móvil, titulado “El verdadero D.P.I”

 El video empezaba con una escuadra de soldados, disparando a una gran bola de fuego. Mientras unos disparaban, otros tiraban todo tipo de proyectiles hacia esa enorme bola de fuego, haciéndola cada vez más voluminosa. El estruendo y las ráfagas de viento, que causaban los proyectiles, hacia que el que sujetaba la cámara desde arriba de un edificio temblara, y el sonido se distorsionara.

-¡Retengan, retengan!-Se escuchaba ese grito entre medio de todo, un grito desesperado que solo quería ver arder lo que sea que este dentro de esa bola de fuego.
 Sin embargo todas las armas fueron acalladas de una sola ráfaga de viento propinada por el enemigo, quien no solo lanzo los soldados en todo tipo de direcciones, sino que también había apagado todo fuego existente de un solo movimiento.

-No tienes porque ver eso, no fue nuestra culpa…, simplemente nos informaron tarde.-Dijo el que sostenía la bandeja de comida.

-Precisamente por eso lo veo…, ahí había gente que conocemos, gente orgullosa que informo tarde que quería refuerzos. Idiotas…

 El vídeo continuaba. Los soldados se levantaban, y un hombre encapuchado aparecía delante de ellos. Estacas de hielo crecían a cada paso que daba, las extremidades de los soldados quedaban atrapadas entre el hielo y los escombros. Los que estaban libres disparaban casi inocentemente contra el enemigo que se levantaba ante ellos como una omnipotencia.
 
 El encapuchado, como si fuera un verdugo, alzo su brazo, como si estuviera llevando a cabo una sentencia de muerte, para luego con rapidez bajarlo acompañado de estacas echas de hielo que cubrieron toda la luz que podía dar el cielo. Las estacas descendieron con gran velocidad, al compás de su brazo, y en solo unos segundos los soldados quedaron reducidos a nada, como si una parvada de pájaros los hubiesen devorados.
 El hielo que se quedaba clavado en las calles como arboles, se derretía mezclándose con la sangre que había en suelo, tiñendo el agua de un color vino. El agua y la sangre se escurrían por los agujeros y los desagües.

 El encapuchado observo lo que hizo como si estuviera contemplando una obra de arte, y luego se marcho dándole la espalda a su obra como si nada, y perdiéndose entre el polvo.

 El micrófono puesto en la oficina sonó dando un aviso urgente.

“Se solicita los servicios de toda unidad disponible”-Adolf y su compañero lo ignoraron.

 La grabación termino, con una escuadra de camiones llegando a la escena de los hechos. El conductor que encabezaba a los demás camiones salió junto a sus soldados. Todos se quedaron paralizados cuando vieron lo que tenían enfrente. Una mezcla de escombros, olor a pólvora, hielo que se extendía por todos lados como telarañas, y las calles llenas de color rojo.

-¡Y aquí es cuando llegamos nosotros como protagonistas!, dime Han; ¿Tú qué opinas?-Dijo Adolf.

-Que deberías dejar de actuar como un idiota que se mortifica por cosas que no tienen nada que ver con él.

-Buena respuesta.

“Se solicita los servicios de toda unidad posible”-Antes de que Adolf y Han pudiera hacer algo, el teléfono de la oficia sonó, al atenderlo Adolf se levanto rápidamente gritando.

-¡Ha vuelto a aparecer, es el maldito de hielo!-Adolf y Han, salieron corriendo haciendo que sus pisadas resuenen en todo el pasillo. El micrófono seguía sonando.

“Se necesita de suma urgencia toda unidad disponible. Ha aparecido un Dormido en el centro del Sector 6”

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